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Clase 6 (19-03-2014)


          En la sesión de hoy hemos trabajado con el instrumento de evaluación digital LOLEVA. En una primera parte de la materia el profesor nos ha explicado que en la evaluación informatizada orientada al diagnóstico se incluyen las técnicas evaluativas que utilizan el ordenador en la estimación de niveles de habilidad o destrezas en contextos diagnósticos y de aprendizaje.

Al igual que ha ocurrido con otras aplicaciones informáticas, la evaluación informatizada ha sufrido transformaciones importantes y rápidas debido a los recientes avances tecnológicos en el campo de la informática, pero esto no podría producirse sin los desarrollos e innovaciones que se han producido en la Medición Educativa, sobre todo los modelos teóricos de la Teoría de Respuesta al Ítem, y la Psicología Cognitiva. Bunderson, Inouye y Olsen (1989) distinguen cuatro etapas o generaciones en la evaluación asistida por ordenador:

1ª Generación: Evaluación Informatizada. Se desarrollan los Tests Informatizados, administrándose los exámenes tradicionales compuestos por preguntas de opción múltiple mediante el ordenador.

2ª Generación: Evaluación Adaptativa. Se desarrollan los Tests Adaptativos Informatizados, en los que se presentan las preguntas, una a una, adaptando las preguntas siguientes a las respuestas previas del sujeto.

3ª Generación: Evaluación Continua. Se desarrollan los Sistemas Tutoriales que integran la estimación de los cambios en la trayectoria del aprendizaje de los sujetos.

4ª Generación: Evaluación Inteligente. Se desarrollan los Sistemas Tutoriales Inteligentes, basados en la Inteligencia Artificial. Mediante estos sistemas se generan perfiles de los resultados de los estudiantes con base en los conocimientos y procedimientos de inferencia.

Una vez explicado esto comentamos que la mayoría de los instrumentos digitales de evaluación se encuentran en la primera etapa. Salvo algunas pruebas como por ejemplo el BLOC. Esta prueba permite realizar perfiles individuales para predecir las dificultades del alumnado.

Por su parte LOLEVA es una prueba diseñada para la evaluación digital. No se trataría de un test adaptativo si se entiende por adaptación la necesidad que el primer ítem es necesario para responder al segundo ítem, pero si se consideraría un test adaptativo si se entiende por adaptación que la tarea anterior haya sido resuelta satisfactoriamente para poder realizar la siguiente. LOLEVA no llega a ser un instrumento de cuarta generación, aunque el dispositivo está preparado para ello.

Es importante tener en cuenta que una prueba digitalizada sin más no es efectiva, pues llevar tal cual una prueba en papel a formato digital implica diferentes variables a tener en cuenta, como por ejemplo el acceso del niño a las TIC, la diferencia de baremos, los cuales no son los mimos en los dos formatos, la fiabilidad… Por ello, cada prueba tiene que tener su propia fiabilidad y validez, y no se puede hacer una transcripción de un formato a otro.

Durante el trasncurso de esta explicación hemos tenido un pequeño debate en el aula sobre sí dos personas semejantes una monolingüe y otra bilingüe presentarían diferencias en el desarrollo de la conciencia fonológica. Según el profesor si hay una breve diferencia a favor de las personas de ambientes bilingües. Así, parece que vivir en un contexto bilingüe permite diferenciar cambios en unidades mínimas del lenguaje. Por lo tanto, las personas de ambientes bilingües desarrollan más la conciencia fonológica inicial, lo cual produce un efecto facilitador inicial, por lo que los bilingües acceden al aprendizaje de la lectura más fácilmente y con un rendimiento ligeramente superior. Además, parece que esto ayuda a prevenir dificultades en el proceso de adquisición. Cuando se alcanza el techo el efecto sobre la lectura ya se ha producido, por lo que esta explicación no serviría para negar esta hipótesis.

Al finalizar este debate el profesor nos mostró como trabajar con LOLEVA. Después de una breve explicación nos pusimos en grupos y tuvimos que usar el programa. Para ello nos facilitó un caso de un niño de 6 años de edad que rinde bien en las tareas de identificación, que tiene un rendimiento medio en la identificación de sílabas, especialmente en las sílabas iniciales, y que a nivel de fonemas sólo es capaz de identificar, pero no realiza bien las tareas de adicción y omisión.

Cómo la sesión se acabado no pudimos ver el informe, por lo que en la siguiente sesión compararemos los perfiles de los alumnos.