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Caso 1


Enunciado:

Se trata de un niño de seis años de edad, el cual acude a una consulta psicopedagógica porque tiene dificultades de aprendizaje en la lectoescritura. En concreto este niño presenta las siguientes dificultades:

1) Confunde letras como la b, la d, la g, la q…

2) Encadena consonante + vocal + consonante produciendo consonante + consonante + vocal.

3) Su profesora informa que en palabras de larga longitud parece extraer sonidos de palabras adyacentes.

Hasta los seis años no tuvo actividad de apoyo. Su maestra de 3º de Educación Infantil consideraba que se trataba de un retraso lector simple, ya que no era objetivo curricular la enseñanza de la lectoescritura.

El nivel sociocultural de la familia es medio. El niño no tiene hermanos. En relación con la lectura y la familia destacar que no existe actividad lectora, ni tampoco actividad interactiva con la lectura. Finalmente, comentar que a veces el niño ve la televisión mientras hace los deberes.

¿Qué actividades se pondrían en marcha para evaluar e intervenir este caso?

LECTURA: EVALUACIÓN E INTERVENCIÓN.

El sistema de lectura está constituido por procesos perceptivos, procesos léxicos, procesos sintácticos y procesos semánticos. Por lo que la evaluación de la lectura debe centrarse en evaluar estos procesos y la intervención en aquellos que estén afectados (análisis visual, conciencia silábica y conciencia de palabra).

En relación con los PROCESOS PERCEPTIVOS hay que evaluar los movimientos oculares (movimientos sacádicos, fijaciones y regresiones) y el análisis visual.

Para la evaluación de los movimientos oculares se podrían usar las siguientes pruebas psicométricas:

1) El Test Visual de Groffman evalúa los seguimientos, el alumno tiene que seguir una línea trazada y responder a donde lleva, se toma el tiempo de respuesta, y las respuestas correctas se utilizan para el cálculo de la puntuación final y el nivel de edad en el que están.

2) El King Devick (K-D) consiste de ocho columnas de números, los cuales se deben decir en voz alta, lo más rápido posible, se anota el tiempo requerido y se anota el número de errores, se comparan los resultados con la tabla.

3) El DEM (Developmental Eye Movement) consiste de dos pruebas verticales y una horizontal, se suman los resultados verticales y se comparan con la tabla de resultados, en la prueba horizontal se hace una operación matemática si es que hay algún tipo de error (adición, omisión, sustitución, transposición).

4) PEBL es un lenguaje de programación que permite a los usuarios crear experimentos editando archivos de texto. PEBL es compatible con la presentación de los estímulos a través de texto, imágenes, películas, archivos de audio, permite la recolección de respuesta a través de pulsación de teclas, ratón, joystick y dispositivos de hardware especializados, y es compatible con una serie de protocolos de comunicación y de red. PEBL además de permitir a los investigadores desarrollar sus propios experimentos, incluye un conjunto de más de 50 paradigmas de pruebas psicológicas comunes como parte de su batería de pruebas (estas pruebas las puedes consultar en el siguiente enlace, en el cuál se presenta el título de la prueba, una breve descripción y una imagen de la misma). 

5) FROSTIG es una prueba diseñada con el propósito de apreciar los retrasos en la madurez perceptiva en niños que presentan dificultades de aprendizaje, con edades comprendidas entre los 3 y los 7 años de edad. Explora cinco aspectos de la percepción visual que son relativamente independientes: coordinación visomotora, discriminación figura-fondo, constancia de formas, percepción de posiciones en el espacio y relaciones espaciales. Se recomienda su aplicación, sobre todo, en el último curso de Educación Infantil, en el que se plantea el problema del paso a la Educación Primaria, así como en el primer curso de esta etapa, en particular a niños que no han progresado adecuadamente en el aprendizaje de la lectura. A continuación os dejo un video en el que se ve brevemente la aplicación de una de las pruebas.

Cuando un alumno presenta problemas a nivel de control oculomotor se puede recurrir a Dis@nedu, que sirve de entrenamiento del musculo ocular. En el presente caso no se dice que el alumno los tenga, por lo que no sería necesario intervenir esta área.

En relación con el análisis visual es fundamental destacar que la lectura se empieza a hacer desde el análisis visual. En el análisis visual está la clave de las dificultades de lectura y de escritura. Cuando un lector se fija en una palabra hace un análisis visual de ella. Esto se puede hacer de dos formas: globalmente o letra a letra. Los sujetos que hacen análisis visual global acceden al almacén léxico a través de la ruta visual, grafémica o directa. Estas personas analizan visualmente la palabra y la graban en el léxico visual sin descomponer la palabra. Por el contrario, los sujetos que hacen análisis visual letra a letra acceden al almacén léxico a través de la ruta fonológica. Para ello descomponen la palabra letra a letra y luego convierten los grafemas en fonemas y los fonemas en grafemas para tener la representación fonológica.

En la evaluación del análisis visual es necesario identificar si un lector realiza un análisis global o un análisis letra a letra, para lo cual se pueden realizar las siguientes actividades:

1) Lectura de palabras largas y cortas conocidas. Una persona usa la ruta global cuando tarda el mismo tiempo en leer palabras largas que cortas conocidas. Si tarda más en leer las palabras largas, lee letra a letra, y si se da el caso contrario, es decir, que tarda más en leer las palabras cortas que las largas quiere decir que desconoce las palabras cortas. Para la realización de esta tarea es necesario: 1) saber si las palabras que vamos a poner para realizar esta prueba son conocidas por el alumnado, para lo que cual se pueden usar diccionarios de frecuencias léxicas, 2) la diferencia de longitud tiene que ser visible, ya que cuanta más diferencia entre número de sílabas mejor y 3) deben ser palabras con la misma estructura silábica.

2) Lectura de palabras desconocidas. Se sabe que un lector lee globalmente cuando no lee correctamente palabras desconocidas. Si un lector solo usa esta forma de leer, no podrá leer palabras desconocidas, ya que los fonemas no los saben leer individualmente. En estos casos, cuando se encuentran con palabras desconocidas o pseudopalabras, suelen cambiarla por una conocida que se les parece (lexicalización).

3) Lectura de pseudopalabras. Cuando aparecen pseudopalabras puede ocurrir como en el caso anterior que si el alumnado lee globalmente cambiara las pseudopalabras por palabras conocidas (lexicalización). Si lee letra a letra, podrá leer la pseudopalabra.

4) Tarea de discriminación de homófonos. Este ejercicio se usa para saber si las personas leen globalmente o letra a letra, se les puede poner un ejercicio en el que se les da una lista de palabras homófonas y se le presentan dibujos que las representan, para que el alumnado los señale. Las personas que leen letra a letra no discriminan homófonos (palabras grafémicamente y semánticamente diferentes, pero fonológicamente iguales. Ejemplos: vaca baca y hola ola).

Cuando los alumnos tienen dificultades en para discriminar los signos lingüísticos, como es el caso presentado, se puede recurrir a diferentes webs, como por ejemplo a la web juegos educativos arcoíris, en las cuales hay muchas actividades para trabajar esta dificultad. En este tipo de dificultades se deben proporcionar actividades que obliguen a analizar los rasgos distintivos de los signos lingüísticos, especialmente de aquellas letras o grupos silábicos que comparten muchos rasgos (visuales y auditivos) como b/d, m/n, pla/pal, bar/bra, etc. Algunas actividades podrían ser: 1) señalar las características semejantes y diferentes de pares de letras o grupos silábicos: b-d, p-q, u-n... 2) buscar una letra o grupo silábico en un fondo dado: p/ ppbbpbbpdd , pra/ par pra par pra qra 3) buscar una letra o un grupo silábico en palabras o pseudopalabras: bra/ cobra, brazo, borde…

Después del análisis visual el lector graba la palabra y activa el procesador léxico en el almacén léxico, dando lugar a los PROCESOS LÉXICOS. El almacén léxico es el lugar donde tenemos representadas las palabras en representación fonológica y en visual. Existen dos rutas de acceso al léxico: la ruta visual y la ruta fonológica.

La ruta visual consiste en comparar la forma ortográfica de la palabra con otras representaciones almacenadas en nuestra memoria, precisando para ello de un almacén visual de palabras o léxico visual en el que se encuentran representadas todas las palabras que conocemos. Este léxico sólo guarda representaciones de palabras, no de significados. Una vez reconocida la palabra, es necesario acudir al sistema semántico para averiguar su significado. Este camino se denomina ruta visual, y supone las operaciones que se presentan a continuación: 1) análisis visual de la palabra, 2) búsqueda en el almacén de representaciones ortográficas, denominado léxico visual, para identificarla y 3) una vez identificada, se activará la correspondiente unidad de significado en el sistema semántico.

La ruta visual sólo funciona con palabras que el sujeto conoce visualmente (forman parte de su vocabulario visual), no puede ser utilizado en el caso de palabras desconocidas o de pseudopalabras por no tener representación léxica.

La ruta fonológica es el segundo camino para la lectura permite leer palabras desconocidas y las pseudopalabras. Consiste en identificar las letras de las palabras y transformar esas letras en sonidos para así reconocerlas. 

En la ruta fonológica es necesaria la existencia de una relación consistente entre los grafemas y los fonemas. La lectura se realiza siguiendo los siguientes pasos: 1) identificar y analizar las letras que componen la palabra cuando se presenta el estímulo visual, 2) recuperar los sonidos correspondientes a cada grafema mediante un mecanismo de conversión grafemafonema, 3) una vez recuperada la pronunciación de la palabra, se consulta a un almacén de sonidos o léxico auditivo, tal como sucede en el lenguaje oral y 4) con esa representación auditiva se activa el significado correspondiente en el sistema semántico.

En definitiva, por la ruta visual podemos acceder al significado de palabras conocidas, palabras extranjeras (rally) y homófonos (vaca/baca) y por la ruta fonológica podemos acceder al significado de palabras conocidas y desconocidas regulares y pseudopalabras.

La evaluación de las rutas de acceso al léxico se puede hacer mediante pruebas estandarizadas como por ejemplo el PROLE o mediante un análisis funcional, para lo cual se pueden realizar las siguientes actividades (las cuales también se podrían usar para la intervención):

1) Tarea de decisión léxica con pseudopalabras. La tarea de decisión léxica es una tarea en la cual el lector tiene que elegir si lo que lee es o no una palabra correcta de su idioma. Las pseudopalabras no existen semánticamente ni grafíticamente, pero sí fonológicamente como por ejemplo vurro.

Es importante destacar que nunca hay que poner pares como viejo y biejo, solo hay que hacer actividades de decisión léxica para evitar comparaciones y el acierto al azar. Hay que seleccionar palabras y pseudohomófonos (palabras que se pronuncian de la misma manera pero una de ellas no existe). Si un lector falla en esta tarea lo hace porque lee por la ruta fonológica.

2) Tarea de discriminación de homófonos. La tarea de discriminación de homófonos es más limitada en la edad, ya que los lectores tienen que conocer los homófonos. En esta actividad se presentan dos palabras que semánticamente y grafémicamente son diferentes, pero son fonológicamente iguales. Ejemplo: ola y hola. La tarea de discriminación con homófonos también se puede hacer con pictogramas, para lo cual el lector relaciona cada homófono con el pictograma. Un niño que falla en esta tarea lo hace porque lee por la ruta fonológica.

3) Tarea de contar grafemas y fonemas que coarticulan (palabras que tienen mayor número de grafemas que de fonemas como por ejemplo humo, que tiene 4 grafemas y 3 fonemas). Si en esta tarea el lector falla en el número de letras lee por la ruta fonológica porque cuenta por fonemas en lugar de por grafemas.

En relación con la intervención de las rutas de acceso al léxico normalmente en la ruta fonológica hay dos vías de intervención, ya que los problemas en esta ruta pueden venir por problemas de discriminación fonológica o por problemas en la estructura de la sílaba (intersilabicos e intrasilábicos). Y en la ruta visual hay que intervenir a nivel de discriminación grafémica y a nivel de conciencia de palabra.
Las tareas de discriminación fonológica pueden ser:
1) Detectar fonemas. Juegos de eco y juegos de onomatopeyas
2) Reconocer fonemas dentro de palabras, frases, textos
3) Contar fonemas.
4) Eliminar fonemas iniciales y finales (trabaja la memoria).
5) Inversión fonética (trabaja la memoria). sa (as)    se (es)
6) Comparación de segmentos silábicos finales (rima). Se empieza con monosílabas y luego con polisílabos. Primero se trabaja la identificación, luego la generación y finalmente la exclusión.
7) Comparación de segmentos silábicos iniciales (aliteración): hacer que el niño/a genere o identifique los sonidos iniciales de las palabras (oralmente). Primero se trabaja la identificación, luego la generación y finalmente la exclusión.
Las tareas de conciencia silábica pueden ser:
1) Reconocimiento de sílaba vocálica inicial.
2) Contar sonidos silábicos. Es una actividad similar a lo que ocurre cuando el lector recupera el léxico, los pasos de esta actividad cognitiva son: segmentar la palabra, identificar y eliminar la sílaba y unir las silabas restantes y generar la palabra.
3) Omisión de la última sílaba (comenzamos primero a trabajar por la última sílaba porque es el último sonido que escuchamos y es más fácil de reconocer). Con esta actividad se trabaja la memoria, si se realiza oralmente. Ejemplo: pa-ta-(ta), ven-ta-(na), pe-lo-(ta).
4) Omisión de la primera sílaba (trabaja la memoria si se realiza oralmente). Ejemplo (ca)-mi-sa, (sa)-pi-to, (za)-pa-to.
5) Omisión de la sílaba intermedia (trabaja la memoria si se realiza oralmente, este debe realizarse al final). Ejemplo cal-(za)-do, pa-(ja)-ro, ca-(be)-za.
6) Inversión silábica (trabaja la memoria si se realiza oralmente). Ejemplo: casa por saca.
Las tareas de conciencia intrasilábica pueden ser:
1) Conciencia intrasilábica a través de la discriminación contrapuesta (también se puede realizar por escrito). Ejemplo: indicarle al alumno que busque entre varias combinaciones una determinada (pra, pal, par, rap, pra, arp). Luego, en lugar de hacerlo de forma aislada, se hace ya en palabras: plátano, palmera, plata.
2) Identificación de sonidos en dibujos.
3) Contar fonemas en dibujos.
4) Identificación de un objeto que termine de forma diferente al grupo de objetos.
5) Identificación de un objeto que termine de igual forma al grupo de objetos presentados.
Las tareas de conciencia intersilábica pueden ser:
1) Contar las silabas de los dibujos presentados.
Las tareas de discriminación grafémica pueden ser:
1) Discriminación de letras en espejo o visualmente similares. Ejemplo: p, d, q, b. Ejemplo: ¿Cuántas p hay? p d q b p q b (también se puede trabajar con palabras en lugar de letras aisladas, eso sí, siempre en minúsculas).
Las tareas de conciencia de palabra pueden ser:
1) Contar palabras (tiras gráficas, palmadas…). Las palabras unión se suelen unir mucho. Ejemplo: ¿Cuántas palabras tiene la frase “…”? o escribe una frase con X palabras (generación de frases) o ¿Cuál de las siguientes frases tiene X palabras? (catalogar       frases por el número de palabras).
2) Invertir palabras (para que tenga conciencia de lo que es una palabra). Se trata de una tarea más sencilla que la anterior. Ejemplo: Alicia pinta por Pinta Alicia.
3) Sustituir palabras. Ejemplo: Dame el balón / Dame el bolígrafo/ Coge el balón.
4) Suprimir palabras (resulta más fácil suprimir las del final). Ejemplo: (Hoy) hace sol / Juan es un niño (guapo) / Hace (mucho) calor.
5) Detectar errores de falsas uniones. Ejemplo: ¿Cuál de las siguientes frases es la correcta? Micasa es muy grande / Mi casa es muy gran de / Mi casa es muy grande.
En relación con los PROCESOS SINTÁCTICOS hay dos procesos sintácticos básicos a evaluar son la comprensión de distintas estructuras gramaticales y el respeto de los signos de puntuación.
Para evaluar la comprensión de distintas estructuras gramaticales debemos utilizar distintas clases de oraciones: pasivas, de relativo… Sabemos que una de las dificultades de algunos alumnos es que utilizan, en su expresión oral habitual, estructuras sintácticas sencillas y les cuesta trabajo entender y utilizar otro tipo de estructuras más elaboradas. Este fenómeno se ha comprobado tanto con alumnos de educación primaria (Cuetos, Rodríguez y Ruano, 1996), como con alumnos de educación secundaria obligatoria (Ramos y Cuetos, 1999).
En cuanto a la evaluación de los signos de puntuación, debemos tener en cuenta que en el lenguaje hablado los límites de las frases y oraciones vienen determinados por las pausas y la entonación y en el lenguaje escrito son los signos de puntuación quienes indican los límites. Cuando un texto no está puntuado resulta difícil de comprender porque no sabemos dónde segmentar los diversos constituyentes de las oraciones. Hay alumnos que conocen el significado de los signos de puntuación pero no lo aplican automáticamente cuando están leyendo. Para evaluar si un alumno respeta o no los signos de puntuación no tenemos más que presentarle un texto bien puntuado y pedirle que lo lea en voz alta. Nos daremos cuenta qué signos respeta y cuáles no. 
Cuando el alumnado tiene dificultades a la hora de identificar los componentes sintácticos de la oración se le puede ayudar mediante la realización de las siguientes actividades:

1) Colorear de un color el sujeto de cada oración y de otro color el predicado y utilizando distintas estructuras de oración para que el alumno se dé cuenta de que el sujeto de la oración no tiene por qué ir siempre en primera posición.

2) Practicando con tareas de emparejamiento de dibujos con oraciones que tengan distintas estructuras sintácticas, insistiendo sobre todo en los tipos de oraciones que se han identificado como de especial dificultad.

A través de ejercicios de completar los componentes de la oración que faltan: unas veces faltará el sujeto, otras el verbo, otras el objeto, otras las palabras funcionales, etc.:

En el caso de que el alumnado tengan dificultades en automatizar el respeto de los signos de puntuación se hace necesario que el profesorado proporcione la ayuda necesaria a través de las siguientes actividades:

1) Presentar un párrafo corto con los grupos sintácticos exageradamente diferenciados mediante flecha, dibujos o aumento considerable del tamaño. El alumnado lo leerá con la ayuda visual necesaria hasta que logre automatizar el respeto de los signos que aparecen en el texto. A través de sucesivas presentaciones podríamos ir disminuyendo el nivel de ayuda visual, haciendo más pequeños los dibujos o sustituyendo los dibujos por signos de puntuación más grandes de lo habitual. Hasta que, finalmente, el alumnado respete los signos de puntuación sin ayuda especial.

2) Leer conjuntamente varias veces un texto, marcando muy bien los signos de puntuación, hasta que el alumnado realice una ejecución aceptable.

3) Presentarle sencillos textos bien puntuados para que los lea en voz alta y grabarle la lectura para que luego escuche y observe sus errores. 

En relación con los PROCESOS SEMÁNTICOS la mejor forma de evaluar la comprensión de los textos y su integración en la memoria es a través de cuestiones literales e inferenciales. Por las primeras entendemos aquellas preguntas cuya respuesta aparece de forma explícita en el texto. Las cuestiones inferenciales son aquellas que no aparecen explícitas en el texto pero que pueden deducirse de él y demuestran una total comprensión de la situación. 
En relación con la intervención la mayoría de los especialistas, consideran que la comprensión de un texto es el resultado de los conocimientos y habilidades que aporta el alumnado y las características del propio texto. Por tanto, la intervención del profesorado deberá ir dirigida tanto a las estrategias del propio lector como a la estructura del texto.

Cuando el alumnado tiene dificultades en extraer el significado del texto, porque no son capaces de distinguir las ideas principales de las secundarias, la recuperación debe centrarse en enseñarles a identificar la importancia relativa que adquieren las distintas partes del texto y/o párrafo. El papel de mediación que debe realizar el profesorado es fundamental, puesto que será él quien proporcione ayudas verbales a través de la formulación de preguntas básicas que le ayuden a estructurar el texto: ¿Qué personajes intervienen?, ¿Dónde ocurrió?, ¿Qué sucedió inicialmente?, ¿Dónde transcurrió?... Esta actividad puede realizarse con un alumno, una alumna o en grupo reducido, pero sin duda adquiere un especial valor didáctico cuando se lleva a cabo con el grupo-clase, Esta actividad debe realizarse con todos los tipos de textos: narrativos, expositivos, periodísticos...

En otras ocasiones, el alumnado tiene dificultades en integrar en su memoria lo que va leyendo. Las razones fundamentales son dos. Una depende del propio texto, que no aporta mucha información sobre el contenido. Y otra depende del sujeto, porque no dispone de los conocimientos previos necesarios para una buena comprensión. Para compensar estas dificultades, vamos a sugerir algunas actividades: 

1) Cuando la información previa es escasa, es necesario activar o aportar conocimientos que sirvan para sustentar la nueva información. Por ejemplo, explicar globalmente de qué trata el texto para que puedan relacionarlo con su experiencia previa, leer el título y comentar lo que el alumnado sabe sobre el tema, explicar palabras o frases clave, observar los dibujos o gráficos y comentar lo que representan, buscar información previa en textos o libros más sencillos. En definitiva, se trata de partir de una situación en la que se construyan esquemas de conocimientos básicos sobre los que se asienten y fijen los conocimientos nuevos que se le pide al alumnado que adquiera.

Hay alumnado con dificultades de comprensión que se enfrentan a la lectura como si se tratase de una tarea en la que tienen que retener de una forma lineal la mayor cantidad posible de datos. De tal forma que, mientras leen, buscan hechos y datos frecuentemente triviales. El resultado final es un conglomerado de información sin coherencia lógica y donde abundan los detalles poco relevantes. De esta forma ponen de manifiesto un recuerdo poco consistente, inarticulado y con dificultades a la hora de resumir y de identificar la estructura o macroestructura del texto.

Una de las actividades consistirá en hacer ver al alumnado la macroestructura de los textos que serán diferentes dependiendo del tipo de texto de que se trate. Las clasificaciones de los tipos de textos han sido variadas, pero lo que ha conseguido mayor aprobación entre los especialista es aquella que afirma que podemos distinguir básicamente tres tipos: narrativos, descriptivos y expositivos. 

En el caso de los textos narrativos, algunas cuestiones que ayudarán a identificar la estructura de los mismos serán las siguientes: ¿Dónde ocurrió?, ¿Cuándo?, ¿Quién es el personaje o protagonista principal?, ¿Qué ocurrió primero?, ¿Qué hizo el personaje principal?, ¿ Cómo se sintió?, ¿ Cómo termina la historia?. La interiorización de esta estructura facilitará tanto el recuerdo y la comprensión lectora como la composición escrita. 

En el caso de los textos expositivos, la complejidad es bastante mayor. Meyer (1984) clasifica los textos en cinco tipos (problema/solución, causalidad, descripción, comparación y colección) lo cual constituye un número reducido y manejable para que los alumnos puedan identificar la estructura con ayuda del profesorado

El proceso más complejo que el alumnado tiene que realizar para una completa comprensión del texto, es hacer deducciones y comprender lo que está implícito en el mismo. Muchos alumnos y alumnas consiguen realizar estas inferencias puesto que van a depender, básicamente, de los conocimientos previos que tienen sobre el tema. Por el contrario, otros necesitarán estrategias concretas que le ayuden a obtener una información que, en principio, no aparece en el texto pero que, implícitamente, forma parte del mismo y facilita su comprensión. Algunas de las actividades que se pueden realizar son las siguientes:

1) Hacer consciente al alumnado de que el objetivo de la lectura es obtener información y de que es necesario utilizar lo que ya sabe para comprenderlo.

2) Formular preguntas sobre el texto que no estén explícitas en el mismo y hacer que él formule también otras.

3) Localizar en el texto las acciones sobre las que es necesario hacer inferencias, explicándoles que deben completar la información que no está en el texto y que deben deducir. La lectura de poesías suele ser una buena actividad para realizar inferencias. Se puede comenzar la actividad leyendo un párrafo en voz alta para que el alumnado escuche atento la información que falta. Una vez leído se le formulan diversas preguntas de inferencias y se le pide que nos diga qué ha tenido que adivinar o deducir para contestarlas.

4) Hacer predicciones sobre el texto, es decir, ser capaces de anticipar lo que va a suceder mientras que están leyendo. Se les puede pedir que cuenten lo que piensan que va a suceder y el porqué de sus respuestas. 

5) Buscar preguntas posibles, que no aparezcan en el texto, y que pudieran formar parte de las cuestiones de un examen. 

Además, es necesario evaluar la MEMORIA tanto la MCP como la MLP y la memoria visioespacial. 

¿Cómo medir la MCP? Una forma de medir la MCP es mediante la presentación de tres series, primero de 2 números (o palabras), luego de 3, y así sucesivamente. Si el sujeto recordaba 2 números, tenía una amplitud de memoria dos, si recordaba tres tenía una amplitud de memoria tres, y así sucesivamente. En el caso de que un sujeto acierte solo dos de las tres series puntuaría hasta el nivel anterior y medio punto por ese nivel, pero no podría pasar al siguiente. Es importante que los números y las palabras no tengan relación, es decir, por ejemplo que uno no sea múltiplo del otro.

Es mejor hacer una prueba de números que de palabras porque normalmente los niños son fonológicos y al silabear entran más elementos, por lo que no se controla la variable de que los estímulos sean progresivos.

Actualmente apenas se realizan estas pruebas ya que no son reales porque habitualmente no son números lo que hay que recordar, sino informaciones dentro de un contexto. Ahora se usa más la prueba de Daneman y Carpenter conocida con el nombre de “Reading Span Test”. En esta prueba, van apareciendo frases, primero dos, luego tres… que el sujeto debe leer en voz alta y recordar la última palabra de las frases.

¿Cómo medir la Memoria a Largo Plazo? Para evaluar la MLP no es necesario dejar pasar el tiempo, ya que la MLP tiene que ver con la cantidad de información y por ello no se puede mantener activo un párrafo ya que MCP ya que es limitada en espacio y tiempo. Esta memoria dispone de dos partes: el almacén y la MOLP.  El almacén contiene conocimiento declarativo, es un conocimiento no experto donde se encuentran los conceptos. Para medir el almacén se utilizan preguntas con respuesta literal en el texto, es decir, para evaluarla hay que preguntar sobre información explícita del texto. En la MOLP hay conocimiento declarativo y conocimientos procedimentales (estrategias). En los conocimientos procedimentales hay dos tipos de estrategias de bajo nivel (estrategias de construcción) y estrategias de alto nivel (estrategias de integración).

Para medir la MOLP podemos servirnos de dos estrategias:

1) Construcción de ideas: toda la información está en el texto, pero no se encuentra explícitamente relacionada. Ejemplo: resumen de un texto con otras palabras (no necesita conocimiento previo, le llega con la información que hay), poner un título, preguntas de ¿por qué…? (no todas, sólo las que vienen en el texto, en las que no tiene que usar conocimientos previos).

2) Integración de ideas: cuando tengo que relacionar lo que estoy aprendiendo con el conocimiento previo, es decir, la respuesta a la pregunta está implícita en el texto. Ejemplo: buscar la moraleja de una historia, tareas de inferencia…

También habría que evaluar la amplitud de la memoria visioespacial, para lo cual recurrimos al PEBL, en concreto a la prueba Corsi block test, y la memoria de trabajo a través de la prueba de Daneman y Carpenter (Reading Span Test).

Otro aspecto a evaluar es la VELOCIDAD DE PROCESAMIENTO. Es importante tener en cuenta que si un alumno presenta una baja memoria de trabajo y una baja velocidad de procesamiento tendrá muchas dificultades en la lectura. Para evaluar la velocidad de procesamiento hemos optado por el PEBL, en concreto por tareas de emparejamiento como por ejemplo la tarea Letter-Digit substitution.

Además, se debería evaluar la FLEXIBILIDAD COGNITIVA. A pesar de que esta habilidad no es una competencia lingüística sí afecta a la lectura y a la escritura, ya que es una habilidad que permite el cambio de objetivos, de reglas y de procesos rápidamente. La flexibilidad cognitiva se evalúa de manera no lingüística. Evaluarla es interesante porque puede haber un problema de flexibilidad online durante la lectura a la hora de cambiar de ruta. Para evaluar la flexibilidad cognitiva hemos optado por el PEBL, en concreto por la prueba Berg's Card Sorting que es una versión de la tarea de clasificación de cartas de Wisconsin. Berg's Card Sorting es una prueba de razonar que involucra el razonamiento, el aprendizaje y el control ejecutivo. Es particularmente sensible a la incapacidad para cambiar de ajuste, por lo que es una prueba adecuada para medir la flexibilidad cognitiva.

Además se podría realizar alguna prueba de evaluación de la ATENCIÓN, como por ejemplo en el PEBL la tarea Stroop task o la tarea Go/No-go Task.

Finalmente, comentar en relación con la evaluación de la lectoescritura que esta podría realizarse a través de pruebas estandarizadas, tanto en papel como digitales. Y lo mismo ocurre con la intervención (instrumentos en papel e instrumentos digitales).

ESCRITURA: EVALUACIÓN E INTERVENCIÓN.

El sistema de escritura productiva está constituido por los siguientes procesos: planificación, construcción sintáctica, procesador léxico y procesos motores. Mientras que en la escritura reproductiva solo se usan los procesos léxicos y motores. Por lo que la evaluación de la escritura debe centrarse en evaluar estos procesos y la intervención en aquellos que estén afectados.

Para la evaluación de la escritura se puede recurrir a pruebas estandarizadas, tanto en papel como en formato digital, o hacer un diagnóstico funcional. A continuación se presenta un diagnóstico funcional.

Para evaluar la PLANIFICACIÓN se tendrían que realizar pruebas de memoria (pruebas de reconocimiento y pruebas de recuerdo libre), ejercicios de composición (descripción del material presente, narrar un cuento, descripción de un suceso, escribir una redacción, comentar una noticia…), capacidad de transformar ideas en proposiciones lingüísticas, por ejemplo a través de la siguiente matriz de palabras.

Región
Asturias          Valencia
Clima              Frío      Templado
Fruta               Manzana          Naranja

Se pide a los sujetos que lean la matriz, los sujetos con baja capacidad de planificación n unen todos los elementos de la matriz. Si un alumno tiene buena capacidad de planificación unirá todos los elementos del texto.

Para la intervención de la planificación se plantearían las siguientes actividades:

1) Si falta la información hay que generar conocimientos previos: organizadores previos.

2) Si falla en la activación de los conocimientos previos hay que usar torbellino de ideas, mapas semánticos…

3) Si hay incapacidad para iniciar el discurso hay que ayudar a través de conectores.

4) Si falta la organización hay que entrenar en superestructuras: generar distintos textos con el mismo tópico.

5) Si falla la adecuación del texto al receptor y a los objetivos hay que plantearse ¿cómo explicarías “x” a un adulto que no tiene conocimientos previos lema, y a uno que sí los tiene?

Para evaluar la CONSTRUCCIÓN DE LA ESTRUCTURA SINTÁCTICA se harían las siguientes actividades:

1) Construcción de frases a partir de una serie de palabras dadas.

2) Reescritura del texto con oraciones más complejas (por ejemplo texto del aluminio de Hunt, 1983).

3) Reelaboración de un texto telegráfico (Gato persiguió ratón jardín).

Para la intervención en la construcción de la estructura sintáctica se plantearían las siguientes actividades:

1) Lograr la utilización de la oración como unidad de escritura para construir oraciones a partir de palabras dadas, combinar oraciones para formar un texto.

2) Importancia de la separación espacial de las palabras hay que clasificar frases según el número de palabras,  separar las palabras dentro de una frase.

3) Uso adecuado de los signos de puntación: modificar frases utilizando el punto y la coma.

Para evaluar la RECUPERACIÓN LÉXICA se harían las siguientes actividades:

1) Tarea de denominación.

2) Evaluación de la ruta ortográfica: discriminación de homófonos, escritura de palabras con ortografía arbitraria).

3) Evaluación de la ruta fonológica: conversión grafema-fonema dictando pseudopalabras (tepo, gibeco).

4) Evaluación de las reglas de ortografía.

Para la intervención en el acceso al léxico se realizarían las siguientes actividades:

1) Lexicalización (cambia palabras desconocidas por conocidas): enseñar a deletrear.

2) Confusión de letras visualmente similares: discriminación visual.

3) Problemas de ortografía natural: no verbalizar durante la lectura y trabajo de identificación visual (discriminación de pseudohomófonos).

4) Adiciones, inversiones, omisiones intrasilábicas de la primera sílaba (pa-ta-(ta)), de la última sílaba ((so)-pe-ra), de las sílabas intermedias (cal-(za)-do) e inversión silábica (casa         (saca)).

Para evaluar los PROCESOS MOTORES se harían las siguientes actividades:

1) Recuperación de alógrafos: dictado y copia de letras con rasgos gráficos similares, así como pasar de mayúsculas a minúsculas.

2) Procesos motores: escritura a mano/máquina, mano/letras de plástico.

Para la intervención en los procesos motores se realizarían las siguientes actividades:

1) Cambiar de mayúsculas a minúsculas.

Además de resolver el caso como he explicado anteriormente también se podría usar para la evaluación LOLEVA y para la intervención LOLE.

LOLEVA es una herramienta informatizada de aplicación individual para la evaluación de la conciencia fonológica y la competencia lectora en niños de educación infantil y primer ciclo de primaria. LOLEVA se usa para identificar precozmente las dificultades en el aprendizaje de la lectura, puede ser de gran utilidad en el ámbito escolar para la prevención e intervención tempranas en estos problemas, al permitir aminorar sus consecuencias negativas sobre el rendimiento académico de estos alumnos.

LOLE es un método para desarrollar la conciencia fonológica necesaria para reconocer palabras y, por tanto, puede servir como base de cualquier sistema de enseñanza de la lectura. Se compone de 32 unidades didácticas que plantean tareas de complejidad creciente por medio de diferentes actividades que han de ser resueltas por el niño mediante el lenguaje oral. La estructuración del programa es flexible y la duración y distribución de las sesiones puede adaptarse a las necesidades del grupo o alumno concreto. El LOLE tiene tres objetivos: promover la conciencia fonológica para que los alumnos se inicien en la lectura en condiciones óptimas; prevenir posibles dificultades lectoras futuras y reeducar a los niños que han desarrollado problemas en la lectura. Está dirigido fundamentalmente a niños de Educación infantil que están aprendiendo a leer aunque también puede utilizarse con fines clínicos con niños de Educación Primaria que presenten dificultades en el aprendizaje de la lectura.